lunes, 17 de diciembre de 2018

De pájaros y otras vidas

Se asoma a mi ventana un cuervo sin alas que a veces se dedica a hacerme cosquillas en los pies con las plumas que le quedan.

Otros días aparece un colibrí que utiliza mis pupilas de ventana y no lo ve todo tan negro como yo y tiñe los miedos de esperanzas.

A veces una mano acaricia mi espalda y convierte mi piel en carretera, en arrecife, en camino, en kilómetros a la deriva. Y me da la paz que esta jaula me quita.

Sin darme cuenta a veces soy yo un pájaro que se asoma a su risa, que se para en el momento exacto de la carcajada y la deja grabada para poder rebobinar, para hacer posible darle al play.

De todos modos siempre vuelvo para convertirme en camaleón, con la habilidad rota, con los colores apagados y reducidos a una escala de grises que rompe el amarillo de la risa o el rojo de una flor.

Y a veces solo soy pies para hundirlos en la arena, para ser parte de la playa, para que me acaricie el mar sin querer. Para ser parte del vacío de manera inevitable.

Pero hoy soy polvo, que no ceniza, del que recoge lo que fuiste y lo acumula. Del que se queda atrapado en una esquina y desde ahí observa cómo la vida gira. Como se mece su falda como una cuna, como si bailara el sonido del viento, como si nunca más estuviese donde ya ha estado. Como si no fuese posible mirar atrás. Como si todo hubiese acabado.

martes, 23 de octubre de 2018

De sus grietas mi hogar

La ventana de un primer piso por el que yo ya no me asomo
donde ahora viven otros,
donde ahora ríen otros,
donde ahora duermen otros.
De nuevo el frío en los pies
y el calor en las manos,
el olor de aquel cuarto,
los regalos de ese cajón
y la ventana de su habitación,
y la cama,
y el morado.
Una niña que ya no crece
y un niño que ya no llora.
Un gatillo que no aprieta
porque sino ella se ahoga.
El cuadro de "buenas noches"
y las noches en sus brazos.
Ahora es cuando acariciamos unas manos que ya no nos dan de comer,
y nos agachamos a recoger los pedazos,
atentos de no cortarnos,
otra vez.
Y es ahora,
también,
cuando entendemos que ella ya no baila,
pero que tampoco esperaría a que la sacaran.
Porque es ahora,
como nunca,
cuando de las grietas que se han hecho hogar,
empiezan a nacer goteras,
y se inunda.
Que entre esas cuatro paredes yo también he tenido miedo y,
aún así,
he devuelto la sonrisa sin quererlo,
porque ellos siguen notando un vacío en la habitación
que yo también siento.


martes, 10 de julio de 2018

ELLA-S

Ella escucha 'Ella' de Bebe,
y se encuentra con 'Lisístrata' de Gata.
Ella está cansada de estar cansada,
de acostarse otra noche sin encontrar motivos para seguir habitando esta nada.

Ella escucha a Rozalén,
y le acuna 'comiéndote a besos',
escucha a Zahara
y se queda también 'con las ganas'.

A Ella este mundo le cansa
le duele
le pesa.

Y la Otra a ratos le devuelve la paz 'contigo',
y cierra los ojos si suena 'talkin' about revolution',
y es que la voz de Tracy Chapman.

A Ella este mundo le apesta.
Le apresa la celda que supone su cuerpo de mujer,
que es jaula y bendición al mismo tiempo,
y es que joder
qué cansado es ser el origen del pecado.

Que por sus ovarios,
otra vez,
piensa volver esta noche a casa -con miedo pero- bien,
con la 'buena suerte y la mala racha' de Sara Hebe,
ojalá al ritmo de Zaz dejándose el corazón en 'je veux'.

Pero le apena.
Este mundo a Ella le apena a un nivel superlativo.
Están forrados sus cuartos,
las revistas,
los anuncios
de nuestras tetas,
pero mejor censurar mi pezón.

Y otra vez el cansancio
y la rabia,
y la voz de Keny Arkana para soltarla.

No os dais cuenta de que estas lobas se desangran,
pero no van a dar vida a más fieras.

Que cada día aullamos con más fuerza.

lunes, 28 de mayo de 2018

-¿En qué piensas?
+ ¿De qué te confesarías?
- A veces te veo cuando no estás
+ ¿Crees en el más allá?
- ¿Qué sentido tendría vivir sino?
+ ¿Y si estamos muertos?
- Los sueños nos darán la vida
+ ¿Crees que si anhelamos tanto tener alas es porque un día nos las cortaron?
- ¿Bailas?
+ Necesito una copa
- ¿Me escuchas?
+ Podemos bailar
- No sé dónde estás
+ ¿Si pudieses pedir un deseo seguirías aquí?
- No me he ido
+ ¿Y si te piso los pies?

miércoles, 11 de abril de 2018

M

Recuerdo lo oscuras que me parecieron siempre esas escaleras, tu tocador al entrar enmarcado por los retratos de los que te gustaría que estuvieran.  Me acuerdo de la luz en el desnivel de su techo, de las máscaras en la pared de su cuarto, y el eterno respeto de mis pasos por no cruzarlo, hasta que lo acabé sintiendo un poco mío.
Me acuerdo del frío en las plantas de los pies cuando cruzaba descalza  por el salón para ver el barco de metal que susurraba la existencia de otras posibilidades. La ventana del comedor que nos acercaba a la montaña.
Ahora me pregunto si tus ojos jugaban a llenar los huecos vacíos cuando celebrábamos ahí la Navidad, si seguías buscando las risas apagadas cuando te chocabas de frente con otra carcajada.
Tus manos eran las que hacían un hogar de mi casa, y ahora necesito perderme en la montaña. Quise creer en la posibilidad de una vida después porque, a veces, me pregunto si sigo recordando el olor de tus abrazos.
Echo de menos encontrarte en mi sofá al despertarme los domingos -cómo ir a misa si tenía velando mis sueños a todo en lo que yo creía-, y que tratásemos de sorprenderte un lunes. Nunca creiste que lo de ser motivo para seguir podía ser tan recíproco, pero a veces necesito deshacer el tiempo y volver a verte llevándome de la mano a cualquier parte.
No te hacías a la idea de todo lo que me enseñabas cuando te dejabas tu vida en nosotras, dejándonos siempre las puertas abiertas a tu corazón.
Que querer sólo duele cuando no se lo puedes decir a quien amas. Y tú eres lo más grande que ha pisado este planeta.
Que echo de menos el orgullo de tus ojos y el amor en tus caricias. Las lágrimas contigo sabían menos a sal.

Gracias por hacerme tan tuya, gracias por haberme enseñado a ser tan mía.

martes, 27 de febrero de 2018

Prohibiría prohibir

Es un canto a mi manera,
dos pasos con el pie izquierdo,
un baile a contracorriente.

Es un idioma con gramática compartida,
evocando mensajes pasados
"prohibiendo prohibir",
aunque siga estando mal visto
-para los que no ven-
abrir mentes en vez de brechas.

Es un perro verde maullando,
tejiendo alas de mariposa
para que los sueños de Frida
le aligeren los pies.

Es contar hasta diez
y dejarte pillar el primero,
gritar "casa" cuando dejes de tocar el suelo.

Es una de extremoduro para dormir
y el sol por la mañana,
ganar la partida cuando te vean las cartas.

Es el tic, tac,
la tinta,
que abre la jaula
cuando los corazones dictan.

lunes, 1 de enero de 2018

Carroñeros

Me he añadido color a las mejillas
y un poco de pan a las manos.
Me he puesto un vestido de flores,
por las que no dejé en el cementerio,
y estoy enterrando
una
a
una
las caricias que no fueron a parar a tus daños.
Me he tapado las ojeras
para apagar la voz de alarma,
porque les desconsuela saber que no dormí ayer,
igual que tampoco lo haré mañana.
Vuestra compasión
hace hoy de espantapájaros
alejándome de lo que en un momento creí hogar,
dándole la vida a un diablo.
Sois cuervos
con el hambre de una hiena,
no sé cómo podéis alimentaros de esta mierda.