sábado, 26 de diciembre de 2015

OJALÁ, JODER

Ojalá hicieseis el mismo eco para denunciar el sufrimiento de los refugiados que para meteros con aquellos que no comparten una opinión que no debería tener otro color que no fuese una bandera llena de ellos.
Ojalá salieseis a la calle tanto como habláis, para ver el hambre en el mundo.
Ojalá os dejaseis la garganta, joder, ojalá os la dejaseis al gritar con impotencia por qué roban los que tienen mientras existen aquellos que acaban el día sin nada que llevarse a la boca.
Ojalá ese ojalá de Silvio Rodríguez.
Ojalá defendieseis tanto a las víctimas de la violencia de género como defendéis algo perdiendo el respeto y la razón sólo porque alguien no siente lo mismo.
Ojalá que se te olvide el nombre de un partido político y luches por un sentimiento, por la libertad y por la justicia, que ya va siendo hora de que vuelvan a tomar el asiento que les corresponde.
Ojalá no haya tantas fronteras en esas palabras que no hacen más que levantar límites diciendo 'esto es mío' y no va a ser tu hogar.
Ojalá fuésemos capaces de ver lo que cien mil veces nos han repetido, y es que el color de la piel no dice nada sobre un corazón.
Ojalá no nos condicionase el miedo cuando depositamos en una urna nuestra elección de futuro.
Ojalá aprendamos a defender una opinión sin tener que insultar la de otro.
Ojalá que dejasemos tanta hipocresía a un lado, y empezasemos a mancharnos las manos de color esperanza.
Ojalá seamos capaces de abandonar ese sentimiento de pena y nos levantemos a ayudar.
Ojalá usaseis la fuerza que malgastais sobre quien es opuesto a vosotros para empezar a luchar por el bienestar de todos, porque nadie pase frío y por abolir las miradas desnutridas.

Ojalá nunca seáis los protagonistas de ese tormento al que dais la espalda.
Ojalá un mundo mejor.
Ojalá, joder.

sábado, 19 de diciembre de 2015

Entre Julietas de bar y Dulcineas de esquina.


Si nos queremos, si nos hacemos reír, si no borro nada que nos concierna a los dos porque voy a seguir teniéndolo grabado a fuego, si hemos escrito nuestra leyenda con sólo mirarnos, si tenía más claro un futuro contigo que un presente conmigo..
Mil veces me he preguntado por qué no volvemos, y otras tantas me he respondido que no íbamos a castigar al corazón, que ya hay suficientes Julietas de bar cuyo balcón es el de sus labios a la bebida, y Dulcineas de esquina que aceptan ser el paseo de cualquiera sin que nadie se enfrente a sus pesadillas por ellas. 
Me he preguntado por qué no volvemos y me costó admitir que era porque querernos no era suficiente, y merecíamos algo más que un 'progresa adecuadamente', que podíamos hacerlo mejor, pero con otros.
Que no volvemos porque cuando conseguimos reconstruir el corazón, y sabes que eso es algo que costó mucho, nos dimos cuenta que los latidos ya no respondían a tu nombre; porque cambiamos el odio hacia el próximo por nuestra más sincera bendición. 
Que no volvemos porque hubo un punto en que nos dimos cuenta que no éramos poco el uno para el otro, que nos merecíamos con creces -a veces-, pero al encontrarnos después de tanto tiempo caímos en la cuenta de que ya no éramos lo que buscábamos.
No volvemos porque yo no supe escuchar lo que susurraban las cuerdas de tu guitarra ni tu leer entre las líneas la señal de socorro.
Que no volvemos porque queremos ser felices.