Y vuelvo a pensar
en tus idas y venidas,
en mis noches desmedidas.
Y vuelvo a dar cancha a la nostalgia,
a reírme sin gracia,
a recordar tu olor.
Vuelvo a los sueños mojados
en café,
al frío de tu ausencia,
a dejar que tus constantes
vuelvan a ser vitales para mí.
Vuelvo a creer que tus mentiras
son una bonita manera de morir,
pero sólo cuando no estás;
cuando obvio el hecho
de que las cosas no van a cambiar.
Vuelvo a imaginar que no eres tú,
que eras la ilusión
que yo había creado para ti;
que eras adecuado,
que no estábamos tan
tan
tan
equivocados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario