Cambia tu mirada de compasión por un sentimiento de admiración, no funciono por pena sino por superación, mi ambición se guía por el corazón y en ese momento lo hago todo por amor.
No funciono como el resto, a veces mi melodía puede quebrarte más que los males que dejó escapar Pandora, pero si me rozas con suavidad creerás ver en mis ojos un piano que nadie aprendió a tocar.
Admiro más de lo que odio y aún así a veces me enveneno si me muerdo, y te olvido si tratas de que yo lo haga con quien quiero o quieres que abandone los instintos por los que me guío, los precipicios que tomo por principios.
Yo tampoco entiendo por qué me caigo más veces de las que salto, pero nunca supe estarme quieta, siempre he sido ese culo inquieto.
Creo que tanto las personas como los libros están mejor cuidados cuanto más los hayas subrayado, cuanto más hayas señalado las partes favoritas; dejando una portada intacta para leerle hasta las costillas que cien mil veces has observado.
No me gusta hablar de mí más veces de las que te escucho decirme que me quieres, aunque yo ya lo sepa. Pero aquí estoy, otra vez, hablando de mí para olvidarme de que ya no recuerdo cuándo fue la última vez que sin preguntarte me dijiste 'te quiero', porque yo te quiero a ti.
No me gusta hablar de mí más veces de las que te escucho decirme que me quieres, aunque yo ya lo sepa. Pero aquí estoy, otra vez, hablando de mí para olvidarme de que ya no recuerdo cuándo fue la última vez que sin preguntarte me dijiste 'te quiero', porque yo te quiero a ti.
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