Puede que la huella de mi pupila consiga llegar más lejos de lo que nunca será capaz de llegar nuestro desorden, un desorden que yo entiendo, porque el mío siempre me lleva a ti, eres como mi Roma, cada camino que tomo, cada paso que doy de una forma u otra está condicionado por cada una de tus sonrisas, por la dirección de tu mirada, no sabría explicarlo; pero todos los caminos me llevan a ti. Juntos somos Roma, llena de ruinas, pero nadie puede negar la belleza de cada una de ellas.
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