viernes, 11 de abril de 2014

Best of me

Podría fingir que soy una chica normal, pero os engañaría. Podría decir que no tengo manías que cualquiera pueda odiar, pero no sé a quien estaría mintiendo. Podría decir que aquel diez de diciembre de dos mil once no volví por el camino a casa, mientras tú te ibas en tu bicicleta, dando saltos emocionada, FELIZ, porque dijiste 'te quiero mucho, que lo sepas', por primera vez, pero si negase eso dejaría la nariz de pinocho en un segundo puesto. Podría negar que tardé en contestar la primera vez que leí 'te amo.' en nuestra conversación porque estaba dando saltos por la casa, pero vamos, es estúpido, porque lo hice. Lloré de felicidad al ver que eran las doce pasadas y el mundo daba paso al veintiocho de octubre de dos mil doce, y te abracé. Traté de recopilar en mi mente, en las notas, o en cualquier lado los mejores regalos que me hiciste, como cuando dijiste que era la niña de tus ojos, y teniendo los que tienes, serlo debería ser un don.

No hay comentarios:

Publicar un comentario