Tiempo muerto.
Es lógico que no sepa hacia dónde caminar si no sé dónde quiero estar, porque ya no tengo sueños. No he perdido las alas porque nunca las he tenido -no vine con todos los detalles de fábrica-, pero si he perdido las ganas de volar, si al saltar al vacío siempre encuentro el mismo suelo. Pero yo sólo pido tiempo, que es normal no tener miedo cuando estás cansado de temblar, no fingir cuando se me da tan mal actuar, no dejarme llevar cuando el viento ya no me susurra al oído secretos que no deberían ser oídos. Y es normal que no me importe el frío, porque realmente lo que me preocupa es que carezco de abrigo. No he vuelto a vivir las cuatro estaciones en apenas segundos, ni he compartido camerino con tus instintos. Que hace tiempo que no me acuno en tu sonrisa, ni me detengo a pasear en tus latidos.
Así que sólo anuncio que estoy en obras, en mis obras, que aprenderé a curarme y repararme sola -aunque agradezco sus abrazos sin necesidad de tacto a todas horas.-.
No hay comentarios:
Publicar un comentario