Y vuelves,
con complejo de huracán,
así,
te dedicas a remover
todo el polvo que yo he barrido.
Entonces es cuando siento que mueves
la línea de horizonte,
y se demuestra cuando éste
deja de estar a la altura de mis ojos
para volver a la tuya,
y a la mía,
y a la suya,
y luego se retuerce todo
y parece un mundo de locos.
Y es que aunque eso de la locura
siempre haya tocado la guitarra con mi corazón,
el bajo en mis piernas,
la batería en mis caderas
y en mi cabeza se situase toda una orquesta;
luego la temo.
Y es por eso,
que analizo el amor,
porque siempre he podido manejar mejor
las cosas de la cabeza que las del corazón
-las del corazón me controlaban a mi-,
se me da mejor verificar que confiar.
Y lo malo es que aunque no se me den bien
los temas del corazón ,
utilizo ese órgano demasiado,
y es por eso que me siento más sola que soltera,
que aunque trate de escupir al amor
siempre lo llevo de bandera,
y que me da igual que me digan
que voy como alma en pena
si aprendo a tener la cabeza alta
cuando bajan mis lágrimas por tus penas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario