domingo, 26 de octubre de 2014

Demasiado complicado.

La poesía era tan fácil contigo, que ahora debe ser que escucho con el corazón con tal de darle un uso. Y es que mira si el destino es caprichoso a veces que cuando sabe que no formamos parte del mismo camino nos jode haciéndonos coincidir en la misma estación pero sentándonos en el andén contrario; así, si nos encontramos, unos minutos es todo lo que nos concede el tiempo para decidir si queremos coger un tren que siempre tomamos mientras tratamos de leernos por dentro, sólo que ya no hablamos el idioma que era nuestro. Como cambia todo cuando ya nadie corre para abrazarte por la espalda, te imagina sin bragas o se olvida del mundo al escuchar tus palabras; como cambia todo cuando te das cuenta de que las poesías no hablan de personas como yo, ni dedican canciones a chicas que se rayan más de lo que rayan a otros, a una chica que no deja sin respiración y que  a veces no se acuerda de que se tiene que levantar, y continuar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario